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Hacer periodismo




INTRODUCCIÓN:

El Siglo XX será reconocido, sin duda como la era de la información. Los avances tecnológicos en las formas de distribución y procesamiento de la información, su valor central para la toma de decisiones en la vida moderna y las transformaciones sociales y económicas que han tenido lugar en las últimas décadas, marcan la aparición de un nuevo contexto social en el que las personas y las instituciones dependen cada vez más de la información y la comunicación para decidir y actuar en cualquier actividad.
La información es, sin duda, un bien social que coloca a quien la posee en una posición de privilegio respecto de quien se mantiene al margen de ella. Estar “bien informado” es esencial (aunque no definitorio) para comprender, tomar decisiones y participar en todos los ámbitos de la vida moderna.
La pluralidad de los medios de comunicación, que construyen el espacio público y la agenda de la sociedad (los temas sobre los que la sociedad habla y debate), es hoy indispensable en un sistema democrático. Este principio, sobre el que hoy coinciden todos los países del mundo, ha sido, sin embargo, resultado de un largo proceso histórico. En 1789, la Declaración Francesa de los Derechos del Hombre daba los primeros pasos al reconocer el derecho fundamental a la libre expresión. Casi dos siglos más tarde la Declaración Universal de los Derechos del Hombre, aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en el año 1948, daba el paso final al agregar el derecho a ser informado.
De esta manera, ya en el siglo XXI, los medios de comunicación encuentran un lugar fundamental en la sociedad. El rápido reconocimiento social a su papel en la construcción de una ciudadanía democrática y su creciente y gradual incidencia en la construcción de la agenda pública llevaron a Estados y comunidades a equipararlos en importancia a los tres poderes constitucionales que ya existían.
Los medios de comunicación se constituyeron, entonces, en el cuarto poder, jerarquizando su legitimidad y responsabilidad junto al Legislativo, al Ejecutivo y al Judicial.

Lecturas de la realidad:
            Tradicionalmente, los medios de comunicación han tenido tres funciones esenciales: informar, formar y entretener. Más allá de ellas, aquello que define la naturaleza de los medios es carácter de mediadores. Mediadores, entre la sociedad y los hechos de los que hablan y representan.
Los medios de comunicación no son la realidad. No la reflejan tal cual es. Tampoco son su espejo. La actualidad periodística es una construcción. Es el producto final del trabajo de un equipo de profesionales: periodistas, fotógrafos, jefes de redacción, diseñadores, editores…
Cada uno de ellos interviene en un complejo proceso que decide en primer lugar qué hechos serán noticia (y cuáles, no), a qué fuentes se consultarán (y a cuales, no), en qué lugar del diario se publicará, cuánto espacio se le asignará, cómo será el titular, qué aspectos del tema se enfatizarán y con qué imágenes se la acompañará.
Estas múltiples decisiones son únicas para cada diario. y definen la manera en que cada periódico representa el hecho ante sus lectores. Dicho de otro modo, los diarios (y los medios de comunicación en general) no son la realidad. Son lecturas. Y habrá tantas lecturas de la realidad como diarios la representen. En cada una de sus noticias, artículos, entrevistas y editoriales, el diario ofrece al lector una forma de ver el mundo. Una visión que es única para cada medio y que sin duda afecta e influye sobre la visión del mundo que tendrán los receptores, las audiencias, los públicos. En suma, la sociedad que se informa por ellos.
Por eso, resulta tan importante conocer los medios de comunicación. Explorarlos, analizarlos y aprender a leerlos reflexivamente . Comprender la manera en que los medios construyen la realidad nos orientará en nuestra propia percepción del mundo, cuya imagen se funda en la que los medios nos ofrecen cotidianamente.
Sólo preguntándonos respecto de la forma en que los medios producen significados, podremos comprender la manera en que afectan nuestra propia visión de la realidad.

Qué, dónde y cómo:
            Cada 24 horas, la sala de redacción del diario recibe cientos de informaciones. Todos los días pasan cosas, hechos que tienen el potencial de ser noticia (hechos noticiables). Ningún diario puede incluir en sus páginas todo lo que pasa. Por eso, toman decisiones. Entre ellas, tres son fundamentales y distintivas para cada medio. Los diarios seleccionan (deciden qué hechos incluir y cuáles excluir de sus páginas), jerarquizan (deciden dónde ubicar las noticias seleccionadas) y tratan (deciden cómo hablar de esos hechos en las noticias). En otras palabras, todos los diarios deciden qué, dónde y cómo publicarán sus noticias. Los tres mecanismos de decisión implican valoraciones y prioridades de los medios. Y, como dijimos, son únicos para cada uno de ellos.
El proceso de selección (qué noticias publicará y cuáles omitirá) define la agenda del diario y comunica a los lectores qué es importante y qué no. Todos los medios seleccionan información. Esta selección responde al perfil del medio y, ciertamente, al del lector a quien el diario se dirige.
Una vez seleccionada la noticia, el diario jerarquiza. Es decir, define dónde ubicarla. Con frecuencia, la ubicación de la noticia en un diario parece natural. Sin embargo, el lugar que la noticia ocupa en una página refleja también en una valoración. No tiene la misma importancia la primera plana que la página 22.
Finalmente, la manera en que los diarios hablan y tratan un tema es también el resultado de una decisión. No son arbitrarios los adjetivos y adverbios elegidos en la nota, la manera de titular, el espacio dedicado, las imágenes elegidas ni las fuentes consultadas. El tratamiento de la noticia refleja también qué opina y cómo valora el diario al hecho sobre el que informa.
            Seleccionar, jerarquizar y tratar la información son las decisiones que toma cotidianamente un diario para representar la realidad. Siempre, según su propia óptica y perspectiva. Este es, entonces, el gran desafío para un receptor crítico: convertir a los medios de comunicación en objeto de estudio y entender la particular manera en que construyen significados.

LAS SECCIONES:
Podemos comenzar la lectura de un diario por los chistes y luego seguir el orden establecido por el medio para presentarnos la información. Un lector fanático del deporte puede empezar por el suplemento deportivo y seguir con otro tipo de información. Otro, con inquietudes distintas, puede leer el espacio destinado a la economía, continuar por l apolítica nacional e internacional y desinteresarse del resto del material informativo que ofrece el periódico.
Los diarios ordenan las noticias según distintas clasificaciones que constituyen las denominadas secciones. Las formas más habituales de organizar las secciones pueden ser a partir del lugar donde ocurrieron los hechos (nacionales e internacionales), de acuerdo con los temas (información general, deportes, economía o espectáculos).
La necesidad de ampliar la cantidad de lectores y dar cuenta de gustos e intereses muy diversos han obligado a los diarios a ofrecer información sobre temas específicos a través de distintos suplementos separados del cuerpo principal. De esta manera, se pueden separar ámbitos tradicionales como espectáculos o deportes u ofrecer nuevos espacios informativos como el suplemento de informática, el destinado a la juventud, a la mujer, etc. Cada una de las secciones y suplementos recurre a los lenguajes específicos de la temática que abordan.
Estas formas de ordenar la información implica ofrecer a los lectores posibles recorridos de lectura. Los lectores pueden respetar el orden particular que ofrece el medio o armar un recorrido propio de acuerdo con sus intereses y gustos personales.
Además, las formas en que los diarios ordenan los hechos sociales responden también a la existencia de determinadas agendas de problemas y al contrato de lectura que el medio mantiene con su público.
En general, las áreas privilegiadas en los diarios corresponden a los campos de la política (en mayor medida la nacional) y la economía. Otra sección que ocupa grandes espacios es la destinada a los deportes. problemas diversos de la sociedad como la salud, la educación, el medio ambiente, etc., suelen incluirse en información general. Esta sección ha ganado mucha importancia en los diarios en los últimos años mientras han desaparecido otras como, por ejemplo, la sección de gremiales que tenían muchos diarios.
Cuando un tema es desarrollado a lo largo de varios días, puede ir cambiando de sección, a medida que aparecen o se revelan nuevos hechos. Así, una noticia sobre un tema puede comenzar a ser tratada en la sección política para, luego de varios días, trasladarse a la sección de policiales.


LOS GÉNEROS:
            Las páginas de un diario nos ofrecen distintos tipos de textos y mensajes, que los lectores suelen identificar aun antes de leerlos. Noticias, artículos de opinión, avisos publicitarios, tiras cómicas, editoriales, entrevistas, fotografías… Todos ellos, por lo general, fácilmente identificables.
Los lectores de in diario no suelen confundir una entrevista con un artículo de opinión. Este fácil reconocimiento es posible porque los lectores pueden identificar cierta forma bajo la cual se presenta el mensaje. Una forma que se repite y que, por conocida, le resulta familiar. Estas formas o moldes caracterizados por la presencia de determinados códigos y convenciones son los géneros periodísticos. Ellos son, precisamente, los que nos permiten clasificar el contenido informativo de un periódico.
Los géneros no son útiles para el lector a la hora de interpretar el mensaje. También son esenciales para el periodista, porque le permiten definir cómo contará la información.
Saber identificar el género de un mensaje permite a los lectores construir ciertas expectativas respecto de él. Si en su primera plana el diario anticipa la entrevista de la página tres, cuando llegue a ella el lector esperará encontrar una serie de preguntas y respuestas y, posiblemente, fotos del entrevistado.
¿Cuáles son los códigos y convenciones que siguen los géneros periodísticos? Veamos la caracterización de algunos de ellos.

La Noticia:
La noticia transmite una información de actualidad sobre hechos, personas u objetos. Para ello emplea un estilo claro, directo, que facilita su lectura y su comprensión. Se la considera una unidad informativa completa, es decir contiene (o debería contener) todos los datos necesarios para que el lector comprenda el hecho representado.
Para dar forma periodística a un acontecimiento, el redactor ofrece respuestas  a seis preguntas clásicas: qué ha sucedido, cuándo, dónde, cómo, por qué y quiénes son sus protagonistas.
La respuesta a estas preguntas debe hacerse a lo largo del texto, a través de una determinada estructura que consta de dos elementos básicos:
·         el lid, o núcleo básico de la noticia,
·         el cuerpo, que explica la información.
            El lid es el primer párrafo de la noticia, su núcleo fundamental. Toda noticia puede tener muchos datos, pero en el lid sólo aparece lo esencial del hecho y redactado de manera tal que logra captar la atención del receptor. El cuerpo de la noticia corresponde al resto de la información. Ofrece datos que amplían el lid, explicaciones que ayudan a ubicar la noticia en un contexto e informaciones complementarias. Muchas veces, esta manera de organizar la redacción de una noticia responde a la estructura de una pirámide invertida, una manera de ubicar los datos más importantes del hecho al comienzo y de dejar lo menos relevante para el párrafo final.

La Crónica:

            La crónica es la descripción detallada de los pormenores y alternativas de un hecho. esto relato de los acontecimientos sigue un orden cronológico y una secuencia temporal.
            La correspondencia entre el orden de la historia y el orden del relato crea cierta ilusión de que el lector está ante los hechos en el mismo orden en que ellos sucedieron. Este recurso busca minimizar la presencia del narrador- cronista de modo que no se refleje su participación en la construcción de la información. El objetivo es generar un efecto de objetividad; la crónica busca reflejar la historia tal cual fue. Según el tema, existen crónicas policiales, políticas, sociales y deportivas.

El Reportaje:
            Aunque con frecuencia suele utilizárselo como sinónimo de entrevista, el reportaje es un género muy diferente y con características propias.
Se caracteriza por ofrecer al lector el análisis profundo de un tema, resultado de un trabajo de investigación periodística y recopilación de datos obtenidos mediante la consulta a diversas fuentes. Así, cuando un diario dedica dos páginas a las inundaciones e incluye entrevistas a los inundados, notas con funcionarios de gobierno, recuadros con estadísticas sobre las pérdidas y relatos acerca de la vida de quienes sufren el problema, estamos en presencia de un reportaje o informe especial.
Este género suele incluir opiniones de profesionales e historias de vida de personas directamente relacionadas con el tema. Así, un reportaje sobre el SIDA podría ofrecer la opinión de médicos, investigadores, funcionarios del área de salud, sociólogos, psicólogos, etc. También ofrecería testimonios de afectados por VIH, portadores, enfermos y familiares.

La Entrevista:
            Este género nos acerca un estilo de comunicación más personalizada que informa sobre el pensamiento, las ideas y opiniones de un personaje público.
La producción de una entrevista reconoce cuatro momentos. El primero, la preparación se centra en la selección de la persona que será entrevistada. Este acto implica una evaluación del potencial entrevistado como interlocutor significativo.
El segundo momento, la conversación se centra en el intercambio verbal pautado por la sucesión de preguntas y respuestas. Son factores determinantes el lugar donde se lleve a cabo la entrevista, los símbolos de prestigio que pone en evidencia el entrevistado, sus gestos y expresiones, etc. El periodista, a veces, suele develarnos algunos datos de ese contexto como una manera de hacer accesible la identidad personal del entrevistado (la casa, la oficina, los objetos que lo rodean, las fotos que lo acompañan, etc.).
            El tercer momento, la escritura, pone en juego la habilidad profesional del periodista, ya que su trabajo no será una mera transcripción del diálogo. El periodista deberá seleccionar y jerarquizar determinados datos entre todos los que obtuvo, omitir otros de menor importancia y apelar a recursos y expresiones que permitan crear la ilusión de que el lector está presente en la conversación.
            Por último, el momento de la publicación, en que el equipo profesional del diario decide donde ubicar la entrevista, qué espacio dedicarle, cómo titularla y con qué imágenes acompañarla.
Artículo de Opinión:
            Tanto el artículo de opinión como la nota editorial responden a una estructura en la que predomina la argumentación sobre la información, con el fin de apoyar una determinada posición respecto de un tema de actualidad. Estos textos se caracterizan por explicitar el análisis del tema a partir de la reflexión del periodista.
            Las opiniones en un diario pueden ser editoriales y artículos de opinión, que son juicios sobre un hecho puntual y críticas especializadas. Estas últimas son las valoraciones de un periodista especializado en el tema sobre el que escribe, a partir de ciertos criterios de análisis. Es el caso de las críticas de arte (cine, teatro, música, danza, etc.).

La Nota Editorial:
            Es una forma de periodismo de opinión que explicita el punto de vista particular de quien dirige el medio o de la propia empresa, a través de un equipo de editorialistas especializados en los distintos ámbitos de la realidad.
            Generalmente son anónimas (no llevas firma), porque el responsable último es el director del diario (aún cuando él o ella no la hayan escrito personalmente). Además, suelen tener una ubicación fija y un espacio destacado. Aparecen siempre en la misma página, un recuadro y con un cuerpo de letra y título específicos. Suelen, también, estar acompañadas por el nombre y logotipo del medio y otros datos editoriales relevantes (fecha de fundación, nombre del director, domicilio legal, etc. ).

El lenguaje periodístico
            El diario comunica algo más que palabras. Los textos, cada uno ubicado en un lugar determinado de la página y con un cierto espacio, llevan titulares, que siguen un cierto estilo, tamaño y tipo de letra y están acompañados o no de fotografías e ilustraciones.
            Este aspecto bajo el que el diario presenta la información no es arbitrario. responde a decisiones muy cuidadas que toma diariamente un equipo profesional. No hay en ellos lugar para el azar o la improvisación. el lenguaje periodístico sigue convenciones, reglas y códigos que cada periódico define además su propio perfil y objetivos.
            El lenguaje orienta al periodista y al lector en el conocimiento del diario. Así, la extensión de la noticia, el lugar que ocupa en la página, el tamaño del titular y la presencia (o ausencia) de fotografías hablan también del perfil del diario. Veamos, entonces, cómo funciona cada uno de estos aspectos.
Extensión: es el espacio que ocupa la información. Es uno de los primeros indicadores que revelan la importancia de la noticia para el diario. A mayor espacio, mayor relevancia.
Ubicación: no es lo mismo ubicar una noticia en la primera plana, que en la página 34. Las noticias ubicadas en las páginas impares y en su parte superior también reflejan la importancia que el diario quiso dar a ese tema.
Tipografía del Titular: El tamaño o cuerpo de las letras utilizadas para el titular orienta sobre la importancia de la noticia dentro de la página. Un titular más destacado expresa una mayor valoración por el tema.
Recuadro o Grisado: si la nota está recuadrada o en grisado, se destacará por sobre las demás notas de las páginas y, posiblemente, atrapará más la lectura.
Inclusión de Fotografías, Ilustraciones y Gráficos: la presencia de imágenes también indica la importancia del tema. Al integrar texto e imagen, la noticia ocupa seguramente más espacio en la página, lo cual expresa la valoración del diario por el tema.

            La importancia que recibe una noticia en un periódico puede ser diferente a la que encuentra en otro. La misma noticia puede ocupar en el periódico A cuatro columnas, con recuadro y llevar un gran titular y en el periódico B, ocupar sólo media columna, con un pequeño título. El lector reflexivo deberá preguntarse los motivos de esta prioridad. En las respuestas comenzará seguramente a conocer el perfil y la identidad del diario.

El Estilo de Redacción:
            ¿Cómo escriben los periodistas? El lenguaje y el estilo forman también parte del conocimiento del diario.
El Titular: Los titulares pueden ser expresivos, cuando evocan hechos conocidos, generalmente bajo la forma de palabras sueltas y con signos de admiración o pregunta (“¡Ganamos!”). Los titulares podrán ser apelativos si utilizan un lenguaje que busca llamar la atención del lector y comprometerlo en una actitud (“Digamos no a la violencia”). Hay titulares temáticos, que enuncian únicamente el tema de la noticia (“El sida en el próximo milenio”). Por último, los titulares informativos explican acerca del sujeto de la acción,. de la acción misma y de sus circunstancias (“Un caso de gatillo fácil en el barrio de Belgrano).
La Noticia: Una noticia debe contener en sus párrafos las respuestas a seis preguntas básicas:
·         QUÉ: el hecho sobre el que informa
·         QUIÉN O QUIÉNES: los personajes que lo protagonizan
·         CUÁNDO: el momento en que se sitúa la acción
·         DÓNDE: el lugar del hecho; por qué: los motivos o causas que lo desencadenan
·         CÓMO: la manera en que se desarrollan los acontecimientos.
Los Párrafos: El primer párrafo de la noticia suele incluir la información más relevante del hecho. Esta manera de estructurar la información se denomina “pirámide invertida”, sistema que propone iniciar la noticia  con los datos más importantes y dejar para el párrafo final, los detalles menos relevantes.
Los Adjetivos: Aunque el lenguaje no suele incluir adjetivos, la valoración también se construye con frases cortas, determinados sustantivos, adverbios, o expresiones que caracterizan la posición del diario sobre el tema. “Terrible crimen”, “Ya es hora” u “Otro caso de gatillo fácil” son ejemplos en los que, siempre intencionalmente, el diario incluye adjetivos y adverbios con el fin de revelar su opinión.
            Uno de los desafíos más importantes tanto para el periodista como para el lector es reconocer particular estilo periodístico del diario. Y, no menos importante, identificar el lenguaje propia de cada sección. Saber cómo se escribe en la sección política y en qué se diferencia de la deportiva o la policial no son aprendizajes menores. Para quien escribe y, ciertamente, para quien lee.
LA FOTOGRAFÍA PERIODÍSTICA:
            Las fotografías suelen acompañar el texto de las notas y artículos periodísticos que incluye el diario. Junto a las infotografías, caricaturas y gráficos, son los elementos visuales que integran un periódico.
            Comprender cómo se construye ña fotografía periodística es fundamental para analizar, interpretar y desnaturalizar la imagen, descubrir cómo funciona, qué decisiones se toman al producirla y cómo se llega a su publicación.

Efecto de realidad:
            Con frecuencia, solemos creer que la fotografía muestra la realidad tal cual es. La imagen –suele decirse- para un espejo, con un enorme valor y fuerza de verdad. Sin embargo, la fotografía, igual que las palabras, no son sino una construcción. Aun cuando en el caso de la imagen, lleve en si un intencional efecto de realidad. Que no será más que eso, un efecto.
            Tal como pasa con las palabras, la imagen periodística es también una mediadora entre aquello que sucedió (el hecho) y el lector. Cada diario toma un conjunto de decisiones no arbitrarias ni azarosas, únicas para cada periódico.
            En primer lugar, el jefe de redacción elige qué información llevará foto o cuál, no. Luego, llegarán las decisiones del reportero gráfico: la propia toma de la foto (la elección del encuadre, la distancia, la luz, el ángulo, etc.). En tercer lugar, el fotógrafo, el jefe de sección y el editor de fotografía decidirán qué foto (de todas las que se tomaron) acompañará la nota. Por último, el jefe de la página o de la sección determinarán qué espacio ocupará la imagen en la hoja.
            Ningún lector piensa en todas estas decisiones al mirar la fotografía publicada en el diario. Pero ellas existieron. Y son las que hacen que la imagen no sea nunca un espejo de lo que pasó, sino una lectura, una representación, una interpretación que de la realidad hace cada periódico. Aunque parezca real, aunque provoque una sensación de verdad, esto es sólo una ilusión. La impresión de instantaneidad e inmediatez, la sensación de “haber estado allí” en el momento del hecho es, una vez más, sólo eso. Una impresión. En el camino, ha habido muchas decisiones, muchos mediadores entre el hecho y el lector.

El Lenguaje Visual:

            ¿Cuál es entonces el lenguaje de la fotografía que, tal como las palabras, es también una construcción? Cuando hablamos del lenguaje visual, pensamos en el encuadre, el ángulo, los planos, la luz y el color.
            Las decisiones que se toman respecto de cada uno de ellos no son siempre técnicas. Muchas veces tiene que ver con el oficio y profesionalidad de quien toma la fotografía, y con la intención, la línea editorial y el perfil del diario. Tanto el periodista, como el lector, necesitan conocer estos elementos, para poder construir y comprender la fotografía periodística.
Encuadre: no todo aquello que está frente a nuestros ojos puede ser registrado por la cámara fotográfica. El reportero deberá elegir qué parte de aquello que quiere fotografiar incluirá la imagen. La imagen será, entonces, un recorte de la realidad. Y éste es, precisamente el encuadre: aquello que determina qué entra y qué no entra en la foto. El encuadre se construye a partir de lo que el diario quiera mostrar en esa fotografía.
Planos: los planos son los que de alguna manera fijan el tamaño de los objetos o personas que se verán en la imagen. Existen diversos tipos de plano: el Gran Plano General, que privilegia el ambiente y distingue muy poco a las personas; el Plano General, que encuadra a las personas de la cabeza a los pies y busca resaltar el protagonismo de las figuras principales; el Plano Americano, que toma a la persona de la cabeza a las rodillas y permite un mayor acercamiento a su rostro; el Plano Medio, que recorta el cuerpo humano a la altura de la cintura y privilegia la acción y la expresión del personaje; el Primer Plano, que toma al personaje a muy poco distancia y se acerca aun más a su estado emocional; y finalmente el Plano Detalle que selecciona sólo una parte de la figura humana o de un objeto, para destacarla (los ojos o las manos). Permite así ver un detalle que, quizás, de otro modo hubiera pasado desapercibido.
La elección de los planos no son arbitraria. Un mayor o menor acercamiento a la figura o a los objetos que aparecen en la foto busca aumentar o disminuir la fuerza expresiva y la implicación emotiva de quien mirará la imagen.
Ángulos: los ángulos determinan el punto de vista que adoptó el fotógrafo al tomar la fotografía. Según se adopte el tipo de ángulo u otro, podrán lograrse efectos de profundidad, volumen, tamaño y mayor o menor dramatismo en las figuras u objetos que aparecen en las imágenes. El ángulo seleccionado al tomar una fotografía puede ser Normal (la acción ocurre a la altura de los ojos de quien toma la foto); Picado (la acción es representada de arriba hacia abajo y la figura aparece “empequeñecida”); Contrapiacado (la figura es tomada de abajo hacia arriba y el efecto es de agrandamiento de la persona retratada); Ángulo Cenital (la visión de la imagen es totalmente perpendicular a la figura representada); Ángulo Nadir, la cámara fotográfica está ubicada perpendicularmente a la figura, pero abajo del personaje.
Luz: la luz permite crear sombras, resaltar colores y destacar volúmenes. Ha sido utilizada por los artistas de todas las épocas para expresar serenidad, dramatismo o quietud. La luz es fundamental en la construcción de significados, porque permite expresar sentimientos y emociones, crear atmósferas, diferenciar aspectos y resaltar la profundidad de los ambientes cerrados y de los espacios abiertos.
En la fotografía periodística, la luz puede ser natural (luz de día) o artificial (luz de lámparas y reflectores).
Color: el color está estrechamente relacionado con la luz. En la imagen periodística se distinguen especialmente las fotografías en blanco y negro y aquellas en color. La utilización de unas u otras dependerá, como siempre, del efecto que se quiera lograr en los receptores.
Esta búsqueda de efecto está apoyada por diversos estudios psicológicos y de percepción, que han analizado las preferencias y emociones que generan los colores en las personas. Además, los colores forman parte de convenciones más ampliamente extendidas, como las que señalan a los colores de la gama del rojo y del anaranjado como cálidos, y a los verdes y azules como fríos.