INTRODUCCIÓN:
El Siglo XX será
reconocido, sin duda como la era de la información. Los avances tecnológicos en
las formas de distribución y procesamiento de la información, su valor central
para la toma de decisiones en la vida moderna y las transformaciones sociales y
económicas que han tenido lugar en las últimas décadas, marcan la aparición de
un nuevo contexto social en el que las personas y las instituciones dependen
cada vez más de la información y la comunicación para decidir y actuar en
cualquier actividad.
La información es,
sin duda, un bien social que coloca a quien la posee en una posición de
privilegio respecto de quien se mantiene al margen de ella. Estar “bien
informado” es esencial (aunque no definitorio) para comprender, tomar
decisiones y participar en todos los ámbitos de la vida moderna.
La pluralidad de
los medios de comunicación, que construyen el espacio público y la agenda de la
sociedad (los temas sobre los que la sociedad habla y debate), es hoy
indispensable en un sistema democrático. Este principio, sobre el que hoy
coinciden todos los países del mundo, ha sido, sin embargo, resultado de un
largo proceso histórico. En 1789, la Declaración Francesa de los Derechos del
Hombre daba los primeros pasos al reconocer el derecho fundamental a la libre
expresión. Casi dos siglos más tarde la Declaración Universal de los Derechos
del Hombre, aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en el año
1948, daba el paso final al agregar el derecho a ser informado.
De esta manera, ya
en el siglo XXI, los medios de comunicación encuentran un lugar fundamental en
la sociedad. El rápido reconocimiento social a su papel en la construcción de
una ciudadanía democrática y su creciente y gradual incidencia en la
construcción de la agenda pública llevaron a Estados y comunidades a
equipararlos en importancia a los tres poderes constitucionales que ya
existían.
Los medios de
comunicación se constituyeron, entonces, en el cuarto poder, jerarquizando su
legitimidad y responsabilidad junto al Legislativo, al Ejecutivo y al Judicial.
Lecturas de la realidad:
Tradicionalmente, los medios de
comunicación han tenido tres funciones esenciales: informar, formar y
entretener. Más allá de ellas, aquello que define la naturaleza de los medios
es carácter de mediadores. Mediadores, entre la sociedad y los hechos de los
que hablan y representan.
Los medios de
comunicación no son la realidad. No la reflejan tal cual es. Tampoco son su
espejo. La actualidad periodística es una construcción. Es el producto final
del trabajo de un equipo de profesionales: periodistas, fotógrafos, jefes de
redacción, diseñadores, editores…
Cada uno de ellos
interviene en un complejo proceso que decide en primer lugar qué hechos serán
noticia (y cuáles, no), a qué fuentes se consultarán (y a cuales, no), en qué
lugar del diario se publicará, cuánto espacio se le asignará, cómo será el
titular, qué aspectos del tema se enfatizarán y con qué imágenes se la
acompañará.
Estas múltiples
decisiones son únicas para cada diario. y definen la manera en que cada
periódico representa el hecho ante sus lectores. Dicho de otro modo, los
diarios (y los medios de comunicación en general) no son la realidad. Son
lecturas. Y habrá tantas lecturas de la realidad como diarios la representen.
En cada una de sus noticias, artículos, entrevistas y editoriales, el diario
ofrece al lector una forma de ver el mundo. Una visión que es única para cada
medio y que sin duda afecta e influye sobre la visión del mundo que tendrán los
receptores, las audiencias, los públicos. En suma, la sociedad que se informa
por ellos.
Por eso, resulta
tan importante conocer los medios de comunicación. Explorarlos, analizarlos y
aprender a leerlos reflexivamente . Comprender la manera en que los medios
construyen la realidad nos orientará en nuestra propia percepción del mundo,
cuya imagen se funda en la que los medios nos ofrecen cotidianamente.
Sólo preguntándonos
respecto de la forma en que los medios producen significados, podremos
comprender la manera en que afectan nuestra propia visión de la realidad.
Qué, dónde y cómo:
Cada 24 horas, la sala de redacción
del diario recibe cientos de informaciones. Todos los días pasan cosas, hechos
que tienen el potencial de ser noticia (hechos noticiables). Ningún diario
puede incluir en sus páginas todo lo que pasa. Por eso, toman decisiones. Entre
ellas, tres son fundamentales y distintivas para cada medio. Los diarios
seleccionan (deciden qué hechos incluir y cuáles excluir de sus páginas),
jerarquizan (deciden dónde ubicar las noticias seleccionadas) y tratan (deciden
cómo hablar de esos hechos en las noticias). En otras palabras, todos los
diarios deciden qué, dónde y cómo publicarán sus noticias. Los tres mecanismos
de decisión implican valoraciones y prioridades de los medios. Y, como dijimos,
son únicos para cada uno de ellos.
El proceso de
selección (qué noticias publicará y cuáles omitirá) define la agenda del diario
y comunica a los lectores qué es importante y qué no. Todos los medios
seleccionan información. Esta selección responde al perfil del medio y,
ciertamente, al del lector a quien el diario se dirige.
Una vez
seleccionada la noticia, el diario jerarquiza. Es decir, define dónde ubicarla.
Con frecuencia, la ubicación de la noticia en un diario parece natural. Sin
embargo, el lugar que la noticia ocupa en una página refleja también en una
valoración. No tiene la misma importancia la primera plana que la página 22.
Finalmente, la
manera en que los diarios hablan y tratan un tema es también el resultado de
una decisión. No son arbitrarios los adjetivos y adverbios elegidos en la nota,
la manera de titular, el espacio dedicado, las imágenes elegidas ni las fuentes
consultadas. El tratamiento de la noticia refleja también qué opina y cómo
valora el diario al hecho sobre el que informa.
Seleccionar,
jerarquizar y tratar la información son las decisiones que toma cotidianamente
un diario para representar la realidad. Siempre, según su propia óptica y
perspectiva. Este es, entonces, el gran desafío para un receptor crítico:
convertir a los medios de comunicación en objeto de estudio y entender la
particular manera en que construyen significados.
LAS SECCIONES:
Podemos
comenzar la lectura de un diario por los chistes y luego seguir el orden
establecido por el medio para presentarnos la información. Un lector fanático
del deporte puede empezar por el suplemento deportivo y seguir con otro tipo de
información. Otro, con inquietudes distintas, puede leer el espacio destinado a
la economía, continuar por l apolítica nacional e internacional y
desinteresarse del resto del material informativo que ofrece el periódico.
Los diarios ordenan
las noticias según distintas clasificaciones que constituyen las denominadas
secciones. Las formas más habituales de organizar las secciones pueden ser a
partir del lugar donde ocurrieron los hechos (nacionales e internacionales), de
acuerdo con los temas (información general, deportes, economía o espectáculos).
La necesidad de
ampliar la cantidad de lectores y dar cuenta de gustos e intereses muy diversos
han obligado a los diarios a ofrecer información sobre temas específicos a través
de distintos suplementos separados del cuerpo principal. De esta manera, se
pueden separar ámbitos tradicionales como espectáculos o deportes u ofrecer
nuevos espacios informativos como el suplemento de informática, el destinado a
la juventud, a la mujer, etc. Cada una de las secciones y suplementos recurre a
los lenguajes específicos de la temática que abordan.
Estas formas de
ordenar la información implica ofrecer a los lectores posibles recorridos de
lectura. Los lectores pueden respetar el orden particular que ofrece el medio o
armar un recorrido propio de acuerdo con sus intereses y gustos personales.
Además, las formas
en que los diarios ordenan los hechos sociales responden también a la
existencia de determinadas agendas de problemas y al contrato de lectura que el
medio mantiene con su público.
En general, las
áreas privilegiadas en los diarios corresponden a los campos de la política (en
mayor medida la nacional) y la economía. Otra sección que ocupa grandes
espacios es la destinada a los deportes. problemas diversos de la sociedad como
la salud, la educación, el medio ambiente, etc., suelen incluirse en
información general. Esta sección ha ganado mucha importancia en los diarios en
los últimos años mientras han desaparecido otras como, por ejemplo, la sección
de gremiales que tenían muchos diarios.
Cuando un tema es
desarrollado a lo largo de varios días, puede ir cambiando de sección, a medida
que aparecen o se revelan nuevos hechos. Así, una noticia sobre un tema puede
comenzar a ser tratada en la sección política para, luego de varios días,
trasladarse a la sección de policiales.
LOS GÉNEROS:
Las páginas de un diario nos ofrecen
distintos tipos de textos y mensajes, que los lectores suelen identificar aun
antes de leerlos. Noticias, artículos de opinión, avisos publicitarios, tiras
cómicas, editoriales, entrevistas, fotografías… Todos ellos, por lo general,
fácilmente identificables.
Los lectores de in
diario no suelen confundir una entrevista con un artículo de opinión. Este
fácil reconocimiento es posible porque los lectores pueden identificar cierta
forma bajo la cual se presenta el mensaje. Una forma que se repite y que, por
conocida, le resulta familiar. Estas formas o moldes caracterizados por la
presencia de determinados códigos y convenciones son los géneros periodísticos.
Ellos son, precisamente, los que nos permiten clasificar el contenido
informativo de un periódico.
Los géneros no son
útiles para el lector a la hora de interpretar el mensaje. También son
esenciales para el periodista, porque le permiten definir cómo contará la
información.
Saber identificar
el género de un mensaje permite a los lectores construir ciertas expectativas
respecto de él. Si en su primera plana el diario anticipa la entrevista de la
página tres, cuando llegue a ella el lector esperará encontrar una serie de
preguntas y respuestas y, posiblemente, fotos del entrevistado.
¿Cuáles son los
códigos y convenciones que siguen los géneros periodísticos? Veamos la
caracterización de algunos de ellos.
La Noticia:
La noticia
transmite una información de actualidad sobre hechos, personas u objetos. Para
ello emplea un estilo claro, directo, que facilita su lectura y su comprensión.
Se la considera una unidad informativa completa, es decir contiene (o debería
contener) todos los datos necesarios para que el lector comprenda el hecho
representado.
Para dar forma
periodística a un acontecimiento, el redactor ofrece respuestas a seis preguntas clásicas: qué ha sucedido,
cuándo, dónde, cómo, por qué y quiénes son sus protagonistas.
La respuesta a
estas preguntas debe hacerse a lo largo del texto, a través de una determinada
estructura que consta de dos elementos básicos:
·
el
lid, o núcleo básico de la noticia,
·
el
cuerpo, que explica la información.
El lid es el primer párrafo de la
noticia, su núcleo fundamental. Toda noticia puede tener muchos datos, pero en
el lid sólo aparece lo esencial del hecho y redactado de manera tal que logra
captar la atención del receptor. El cuerpo de la noticia corresponde al resto
de la información. Ofrece datos que amplían el lid, explicaciones que ayudan a
ubicar la noticia en un contexto e informaciones complementarias. Muchas veces,
esta manera de organizar la redacción de una noticia responde a la estructura
de una pirámide invertida, una manera de ubicar los datos más importantes del
hecho al comienzo y de dejar lo menos relevante para el párrafo final.
La Crónica:
La crónica es la descripción
detallada de los pormenores y alternativas de un hecho. esto relato de los
acontecimientos sigue un orden cronológico y una secuencia temporal.
La
correspondencia entre el orden de la historia y el orden del relato crea cierta
ilusión de que el lector está ante los hechos en el mismo orden en que ellos
sucedieron. Este recurso busca minimizar la presencia del narrador- cronista de
modo que no se refleje su participación en la construcción de la información.
El objetivo es generar un efecto de objetividad; la crónica busca reflejar la
historia tal cual fue. Según el tema, existen crónicas policiales, políticas,
sociales y deportivas.
El Reportaje:
Aunque
con frecuencia suele utilizárselo como sinónimo de entrevista, el reportaje es
un género muy diferente y con características propias.
Se caracteriza por
ofrecer al lector el análisis profundo de un tema, resultado de un trabajo de
investigación periodística y recopilación de datos obtenidos mediante la
consulta a diversas fuentes. Así, cuando un diario dedica dos páginas a las
inundaciones e incluye entrevistas a los inundados, notas con funcionarios de
gobierno, recuadros con estadísticas sobre las pérdidas y relatos acerca de la
vida de quienes sufren el problema, estamos en presencia de un reportaje o
informe especial.
Este género suele
incluir opiniones de profesionales e historias de vida de personas directamente
relacionadas con el tema. Así, un reportaje sobre el SIDA podría ofrecer la
opinión de médicos, investigadores, funcionarios del área de salud, sociólogos,
psicólogos, etc. También ofrecería testimonios de afectados por VIH,
portadores, enfermos y familiares.
La Entrevista:
Este género nos acerca un estilo de
comunicación más personalizada que informa sobre el pensamiento, las ideas y
opiniones de un personaje público.
La producción de
una entrevista reconoce cuatro momentos. El primero, la preparación se centra
en la selección de la persona que será entrevistada. Este acto implica una
evaluación del potencial entrevistado como interlocutor significativo.
El segundo momento,
la conversación se centra en el intercambio verbal pautado por la sucesión de
preguntas y respuestas. Son factores determinantes el lugar donde se lleve a
cabo la entrevista, los símbolos de prestigio que pone en evidencia el
entrevistado, sus gestos y expresiones, etc. El periodista, a veces, suele
develarnos algunos datos de ese contexto como una manera de hacer accesible la
identidad personal del entrevistado (la casa, la oficina, los objetos que lo
rodean, las fotos que lo acompañan, etc.).
El
tercer momento, la escritura, pone en juego la habilidad profesional del
periodista, ya que su trabajo no será una mera transcripción del diálogo. El
periodista deberá seleccionar y jerarquizar determinados datos entre todos los
que obtuvo, omitir otros de menor importancia y apelar a recursos y expresiones
que permitan crear la ilusión de que el lector está presente en la
conversación.
Por
último, el momento de la publicación, en que el equipo profesional del diario
decide donde ubicar la entrevista, qué espacio dedicarle, cómo titularla y con
qué imágenes acompañarla.
Artículo de Opinión:
Tanto el artículo de opinión como la
nota editorial responden a una estructura en la que predomina la argumentación
sobre la información, con el fin de apoyar una determinada posición respecto de
un tema de actualidad. Estos textos se caracterizan por explicitar el análisis
del tema a partir de la reflexión del periodista.
Las
opiniones en un diario pueden ser editoriales y artículos de opinión, que son
juicios sobre un hecho puntual y críticas especializadas. Estas últimas son las
valoraciones de un periodista especializado en el tema sobre el que escribe, a
partir de ciertos criterios de análisis. Es el caso de las críticas de arte
(cine, teatro, música, danza, etc.).
La Nota Editorial:
Es una forma de periodismo de
opinión que explicita el punto de vista particular de quien dirige el medio o
de la propia empresa, a través de un equipo de editorialistas especializados en
los distintos ámbitos de la realidad.
Generalmente
son anónimas (no llevas firma), porque el responsable último es el director del
diario (aún cuando él o ella no la hayan escrito personalmente). Además, suelen
tener una ubicación fija y un espacio destacado. Aparecen siempre en la misma
página, un recuadro y con un cuerpo de letra y título específicos. Suelen,
también, estar acompañadas por el nombre y logotipo del medio y otros datos
editoriales relevantes (fecha de fundación, nombre del director, domicilio
legal, etc. ).
El lenguaje periodístico
El diario comunica algo más que
palabras. Los textos, cada uno ubicado en un lugar determinado de la página y
con un cierto espacio, llevan titulares, que siguen un cierto estilo, tamaño y
tipo de letra y están acompañados o no de fotografías e ilustraciones.
Este
aspecto bajo el que el diario presenta la información no es arbitrario.
responde a decisiones muy cuidadas que toma diariamente un equipo profesional.
No hay en ellos lugar para el azar o la improvisación. el lenguaje periodístico
sigue convenciones, reglas y códigos que cada periódico define además su propio
perfil y objetivos.
El
lenguaje orienta al periodista y al lector en el conocimiento del diario. Así,
la extensión de la noticia, el lugar que ocupa en la página, el tamaño del
titular y la presencia (o ausencia) de fotografías hablan también del perfil
del diario. Veamos, entonces, cómo funciona cada uno de estos aspectos.
Extensión: es el espacio que
ocupa la información. Es uno de los primeros indicadores que revelan la
importancia de la noticia para el diario. A mayor espacio, mayor relevancia.
Ubicación: no es lo mismo
ubicar una noticia en la primera plana, que en la página 34. Las noticias
ubicadas en las páginas impares y en su parte superior también reflejan la
importancia que el diario quiso dar a ese tema.
Tipografía del Titular: El tamaño o cuerpo
de las letras utilizadas para el titular orienta sobre la importancia de la
noticia dentro de la página. Un titular más destacado expresa una mayor
valoración por el tema.
Recuadro o Grisado: si la nota está
recuadrada o en grisado, se destacará por sobre las demás notas de las páginas
y, posiblemente, atrapará más la lectura.
Inclusión de Fotografías, Ilustraciones y
Gráficos: la
presencia de imágenes también indica la importancia del tema. Al integrar texto
e imagen, la noticia ocupa seguramente más espacio en la página, lo cual
expresa la valoración del diario por el tema.
La
importancia que recibe una noticia en un periódico puede ser diferente a la que
encuentra en otro. La misma noticia puede ocupar en el periódico A cuatro
columnas, con recuadro y llevar un gran titular y en el periódico B, ocupar
sólo media columna, con un pequeño título. El lector reflexivo deberá
preguntarse los motivos de esta prioridad. En las respuestas comenzará
seguramente a conocer el perfil y la identidad del diario.
El Estilo de Redacción:
¿Cómo escriben los periodistas? El
lenguaje y el estilo forman también parte del conocimiento del diario.
El Titular: Los titulares
pueden ser expresivos, cuando evocan hechos conocidos, generalmente bajo la
forma de palabras sueltas y con signos de admiración o pregunta (“¡Ganamos!”).
Los titulares podrán ser apelativos si utilizan un lenguaje que busca llamar la
atención del lector y comprometerlo en una actitud (“Digamos no a la
violencia”). Hay titulares temáticos, que enuncian únicamente el tema de la
noticia (“El sida en el próximo milenio”). Por último, los titulares
informativos explican acerca del sujeto de la acción,. de la acción misma y de
sus circunstancias (“Un caso de gatillo fácil en el barrio de Belgrano).
La Noticia: Una noticia debe
contener en sus párrafos las respuestas a seis preguntas básicas:
·
QUÉ:
el hecho sobre el que informa
·
QUIÉN
O QUIÉNES: los personajes que lo protagonizan
·
CUÁNDO:
el momento en que se sitúa la acción
·
DÓNDE:
el lugar del hecho; por qué: los motivos o causas que lo desencadenan
·
CÓMO:
la manera en que se desarrollan los acontecimientos.
Los Párrafos: El primer párrafo
de la noticia suele incluir la información más relevante del hecho. Esta manera
de estructurar la información se denomina “pirámide invertida”, sistema que
propone iniciar la noticia con los datos
más importantes y dejar para el párrafo final, los detalles menos relevantes.
Los Adjetivos: Aunque el lenguaje
no suele incluir adjetivos, la valoración también se construye con frases
cortas, determinados sustantivos, adverbios, o expresiones que caracterizan la
posición del diario sobre el tema. “Terrible crimen”, “Ya es
hora” u “Otro caso de gatillo fácil” son ejemplos en los que, siempre
intencionalmente, el diario incluye adjetivos y adverbios con el fin de revelar
su opinión.
Uno
de los desafíos más importantes tanto para el periodista como para el lector es
reconocer particular estilo periodístico del diario. Y, no menos importante,
identificar el lenguaje propia de cada sección. Saber cómo se escribe en la
sección política y en qué se diferencia de la deportiva o la policial no son aprendizajes
menores. Para quien escribe y, ciertamente, para quien lee.
LA FOTOGRAFÍA PERIODÍSTICA:
Las fotografías
suelen acompañar el texto de las notas y artículos periodísticos que incluye el
diario. Junto a las infotografías, caricaturas y gráficos, son los elementos
visuales que integran un periódico.
Comprender
cómo se construye ña fotografía periodística es fundamental para analizar,
interpretar y desnaturalizar la imagen, descubrir cómo funciona, qué decisiones
se toman al producirla y cómo se llega a su publicación.
Efecto de realidad:
Con frecuencia,
solemos creer que la fotografía muestra la realidad tal cual es. La imagen
–suele decirse- para un espejo, con un enorme valor y fuerza de verdad. Sin
embargo, la fotografía, igual que las palabras, no son sino una construcción.
Aun cuando en el caso de la imagen, lleve en si un intencional efecto de
realidad. Que no será más que eso, un efecto.
Tal
como pasa con las palabras, la imagen periodística es también una mediadora
entre aquello que sucedió (el hecho) y el lector. Cada diario toma un conjunto
de decisiones no arbitrarias ni azarosas, únicas para cada periódico.
En
primer lugar, el jefe de redacción elige qué información llevará foto o cuál,
no. Luego, llegarán las decisiones del reportero gráfico: la propia toma de la
foto (la elección del encuadre, la distancia, la luz, el ángulo, etc.). En
tercer lugar, el fotógrafo, el jefe de sección y el editor de fotografía
decidirán qué foto (de todas las que se tomaron) acompañará la nota. Por
último, el jefe de la página o de la sección determinarán qué espacio ocupará
la imagen en la hoja.
Ningún
lector piensa en todas estas decisiones al mirar la fotografía publicada en el
diario. Pero ellas existieron. Y son las que hacen que la imagen no sea nunca
un espejo de lo que pasó, sino una lectura, una representación, una
interpretación que de la realidad hace cada periódico. Aunque parezca real,
aunque provoque una sensación de verdad, esto es sólo una ilusión. La impresión
de instantaneidad e inmediatez, la sensación de “haber estado allí” en el
momento del hecho es, una vez más, sólo eso. Una impresión. En el camino, ha
habido muchas decisiones, muchos mediadores entre el hecho y el lector.
El Lenguaje Visual:
¿Cuál es entonces
el lenguaje de la fotografía que, tal como las palabras, es también una
construcción? Cuando hablamos del lenguaje visual, pensamos en el encuadre, el
ángulo, los planos, la luz y el color.
Las
decisiones que se toman respecto de cada uno de ellos no son siempre técnicas.
Muchas veces tiene que ver con el oficio y profesionalidad de quien toma la
fotografía, y con la intención, la línea editorial y el perfil del diario.
Tanto el periodista, como el lector, necesitan conocer estos elementos, para
poder construir y comprender la fotografía periodística.
Encuadre: no todo aquello que
está frente a nuestros ojos puede ser registrado por la cámara fotográfica. El
reportero deberá elegir qué parte de aquello que quiere fotografiar incluirá la
imagen. La imagen será, entonces, un recorte de la realidad. Y éste es,
precisamente el encuadre: aquello que determina qué entra y qué no entra en la
foto. El encuadre se construye a partir de lo que el diario quiera mostrar en
esa fotografía.
Planos: los planos son los que de alguna manera
fijan el tamaño de los objetos o personas que se verán en la imagen. Existen
diversos tipos de plano: el Gran Plano General, que privilegia el ambiente y
distingue muy poco a las personas; el Plano General, que encuadra a las
personas de la cabeza a los pies y busca resaltar el protagonismo de las
figuras principales; el Plano Americano, que toma a la persona de la cabeza a
las rodillas y permite un mayor acercamiento a su rostro; el Plano Medio, que
recorta el cuerpo humano a la altura de la cintura y privilegia la acción y la
expresión del personaje; el Primer Plano, que toma al personaje a muy poco
distancia y se acerca aun más a su estado emocional; y finalmente el Plano
Detalle que selecciona sólo una parte de la figura humana o de un objeto, para destacarla
(los ojos o las manos). Permite así ver un detalle que, quizás, de otro modo
hubiera pasado desapercibido.
La elección de los planos no son
arbitraria. Un mayor o menor acercamiento a la figura o a los objetos que
aparecen en la foto busca aumentar o disminuir la fuerza expresiva y la
implicación emotiva de quien mirará la imagen.
Ángulos: los ángulos determinan el punto de
vista que adoptó el fotógrafo al tomar la fotografía. Según se adopte el tipo
de ángulo u otro, podrán lograrse efectos de profundidad, volumen, tamaño y
mayor o menor dramatismo en las figuras u objetos que aparecen en las imágenes.
El ángulo seleccionado al tomar una fotografía puede ser Normal (la acción
ocurre a la altura de los ojos de quien toma la foto); Picado (la acción es
representada de arriba hacia abajo y la figura aparece “empequeñecida”);
Contrapiacado (la figura es tomada de abajo hacia arriba y el efecto es de
agrandamiento de la persona retratada); Ángulo Cenital (la visión de la imagen
es totalmente perpendicular a la figura representada); Ángulo Nadir, la cámara
fotográfica está ubicada perpendicularmente a la figura, pero abajo del
personaje.
Luz: la luz permite crear sombras,
resaltar colores y destacar volúmenes. Ha sido utilizada por los artistas de
todas las épocas para expresar serenidad, dramatismo o quietud. La luz es
fundamental en la construcción de significados, porque permite expresar
sentimientos y emociones, crear atmósferas, diferenciar aspectos y resaltar la
profundidad de los ambientes cerrados y de los espacios abiertos.
En la fotografía periodística, la luz puede
ser natural (luz de día) o artificial (luz de lámparas y reflectores).
Color: el color está estrechamente
relacionado con la luz. En la imagen periodística se distinguen especialmente
las fotografías en blanco y negro y aquellas en color. La utilización de unas u
otras dependerá, como siempre, del efecto que se quiera lograr en los
receptores.
Esta búsqueda de efecto está apoyada por
diversos estudios psicológicos y de percepción, que han analizado las
preferencias y emociones que generan los colores en las personas. Además, los
colores forman parte de convenciones más ampliamente extendidas, como las que
señalan a los colores de la gama del rojo y del anaranjado como cálidos, y a
los verdes y azules como fríos.